¡ Ring, ring ring ¡ Las siete y cuarto... como cada mañana el sustito del despertador. Podía haber elegido una suave melodía que avisara dulcemente a sus neuronas que empezaba otro día, pero no, así es Lucía, guerrera desde el despertar. Reía pensando que posiblemente a su mente consciente le vendría bien el toque de diana, ese de "Quinto levanta tira de la manta ..." así dejaría a Morfeo con los brazos estirados llamándola mientras ella corría a sus obligaciones. Bueno, eso de correr en fantasía, porque desde el accidente lo único que corría en Lucía era su imaginación... Bueno no, que sus pulsaciones también se aceleraban aún cuando trataba con dulces amazonas capaces de disparar su libido, que quedó intacta tras el choque. Cierto es que, con su gran sentido del humor, Lucía a veces comentaba a sus compañeras del Instituto de la Mujer, donde dedicaba muchas horas y experiencias.. " Chicas usadme, personalizo todas las tareas por hacer en igualdad, soy mujer, d
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